“La Verdad”... ¿fue eso, no?
esa búsqueda óntica
vital e ineluctable
y aquella decisión.
Fue duro desde entonces
estar en el extraño laberinto
de galerías imprevisibles.
¡Cuántas veces oscureció mi razón
y traspasó mis sentidos!
¡Cuántas veces agotó mis fuerzas
y enervó mi paz!
¡Cuántas veces el don buscado
destrozó al buscador!
Y he sentido sus golpes
vez tras vez,
y he caído en las sombras
de su fétida realidad.
Pero su luz me ha liberado
cuántas veces también.
Verdad, hoy te miro en lontana,
hago un alto en mi soledad
-externa e interna-
y miro lo lejos que me llevaste.
¡Qué extraño se ve el inicio ahora!
Tú me lo advertiste, Verdad,
y yo acepté.
Mucho y poco pasó desde entonces,
contradicciones y tropiezos mil
y esa búsqueda incesante.
Y en el fondo no cambié, Verdad,
porque al igual que en el inicio
solo pude ser hasta hoy
un solitario buscador de tu faz...
04/07/2006
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